24/03/2019

La gestión de personas en los servicios de salud, goza de buena salud?

por Beatriz Martínez García

Mucho hemos leído y escuchado por la falta de perfiles en industrias como las de la tecnología, o algunas áreas productivas. Sin embargo, hay sectores en los cuales la falta de perfiles capacitados para el mundo actual se vuelve un riesgo social, y no muchas veces está en el ojo de los profesionales de la gestión humana.

Una de esas áreas, es el del personal de la salud. Tenemos la oportunidad de trabajar – desde hace varios años – con instituciones de salud, y vemos cotidianamente cómo varios de sus actores siguen gestionando como hace años atrás, con escasos o nulos resultados. Desmotivación, alta rotación, enfermedades psicosomáticas, son algunos de los síntomas. En algunos casos, los centros de formación siguen haciendo foco en las mismas cosas que décadas atrás, como si estos profesionales estuvieran por fuera de los cambios que experimenta TODO el mundo del trabajo.

En este artículo hoy nos vamos a centrar en uno de esos actores: el personal de enfermería. Pero sin dudas, lo mismo se aplica para Directivos, Gerentes, Mandos Medios, Técnicos, y demás.

En los últimos años la salud ha adquirido un lugar privilegiado en la agenda global, entendida como cuestión central del desarrollo. Sin embargo, el personal de enfermería (más del 60% de la totalidad del personal de salud según la OMS), sigue siendo un sector de poca disponibilidad, gran rotación, ausentismo, y multiempleo. Esto atenta cotidianamente contra la calidad y el alcance de la atención en salud, y obviamente en la propia salud de los propios actores.

Cambios generacionales, diferentes concepciones del mundo del trabajo, implementación de nuevas tecnologías, nuevos perfiles de usuario, entre otros tantos cambios, han dibujado una realidad muy distinta en las culturas de las instituciones de salud.  

Asimismo, identificamos un cambio en el perfil de los Auxiliares de Enfermería en los últimos años, lo que obliga a un cambio profundo en el estilo de gestión de los Licenciados, y muy especialmente en la forma en que lideran, motivan y desarrollan a sus colaboradores. Ser Auxiliar de Enfermería parecería ser hoy más una salida laboral, que una real vocación de servicio y ayuda a los demás. Por otro lado, parecería ir en aumento las jefas de familia y personas con contextos sociales y familiares críticos. Esto, además de ser un reto para las instituciones médicas, significa un cambio en el estilo de gestión y la forma de liderar de los Licenciados, acostumbrados a otro perfil y a un estilo de supervisión probablemente más jerárquico que participativo y de desarrollo. Muchos Licenciados y Licenciadas se muestran desmotivados (sorprende la cantidad que nos trasmite “estoy contando el tiempo que me falta para jubilarme), “sufren” su trabajo, y en varios casos, manifiestan que han perdido “eso” por lo cual decidieron estudiar enfermería.

Sin embargo, poco (o más de lo mismo) se hace al respecto del desarrollo del personal de la salud.

Es necesario poner el foco en la capacitación y desarrollo del personal de Enfermería, tanto desde el punto de vista de la gestión como en sus habilidades blandas, y muy especialmente en aquellas de impacto sobre la gestión de personas. El liderazgo, la comunicación, el empoderamiento de personas y el trabajo en equipo, son algunos de los temas que aún están en el debe, en muchas de nuestras instituciones de salud, y que resulta urgente abordar.

“Sin profesionales de enfermería suficientes en calidad y cantidad, serán expresiones retóricas los Objetivos de Milenio y la Salud para Todos” (OMS)


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