Los jóvenes no se comprometen. Esta es una frase que escuchamos todos los días en las empresas. Se evidencia en ausencias recurrentes, alta rotación, falta de interés, y afecta al clima laboral y al negocio mismo.
El mundo ha cambiado; el mundo del trabajo ha cambiado. El trabajo ya no es central en la vida de las personas. Entonces, muchos líderes se plantean cómo lograr resultados si no existe compromiso.
Pero la pregunta que debemos formularnos es: ¿con qué proyectos, ideas, prácticas y en qué ambientes, sí se comprometen?
Consideramos al compromiso como la motivación de permanecer y aportar en una organización, compartir valores y proyectos. En este sentido, el nivel de compromiso de las personas se encuentra relacionado significativamente con el grado de identificación que poseen respecto a los valores propuestos por la organización. Son los valores, los que sustentan la cultura organizacional y marcan el rumbo de los comportamientos humanos dentro de la misma.
Recuerdo que hace algún tiempo entrevisté a una joven que trabajaba en el rubro gastronómico. La fuimos a buscar a su trabajo para ofrecerle una posición en nuestro cliente. Si bien la oferta podría parecer tentadora debido a la oportunidad de aprender nuevas prácticas y al ambiente de trabajo, ofrecía una remuneración que era menor a la que percibía en su empleo actual. Me respondió con seguridad que le interesaba la propuesta. Al consultarle por qué, manifestó que en ese momento de su carrera profesional ella prefería apostar a desarrollarse y aprender; y que además conocía las prácticas de nuestro cliente y confiaba en que era una buena opción.
Este ejemplo nos muestra, como tantos otros, que la formación, la flexibilidad, el buen clima laboral, el desarrollo y los estilos de gestión son factores valorados y se encuentran sensiblemente vinculados a los valores que la empresa pone en juego en sus prácticas cotidianas.
Las organizaciones conocen los valores de
las nuevas generciones?
Los tienen en cuenta a la hora de definir sus políticas y prácticas de gestión?
Según un estudio realizado en el marco de la tesis de MBA de Rocío S. González [1], los valores que se identificaron para los millennials fueron:
- La autenticidad, cuyo significado es ser uno mismo, ser capaz de plantear sus propias ideas, respetando la diversidad de opiniones.
- El respeto, que no viven como algo automático que deban otorgar a otras personas por ser mayores, o tener una mayor jerarquía. Tiene ver con el respeto por las capacidades y la autenticidad en la relación.
- La autorrealización, que es considerada como el desarrollo de uno mismo. Se encuentra directamente relacionada a ser feliz y divertirse en el trabajo, a través de la participación y el aporte.
Al decir de Rocío González, “en un empleo, lo importante no es cuánto dinero ganas, sino cuánto se aprende de él o si “te hace feliz”. Por esta razón, es muy común que los jóvenes cambien de trabajo fácilmente. La prioridad es determinar lo que significa calidad de vida y qué es hacer un buen trabajo. La opinión del jefe, viene después.”
Estos valores definen la elección del lugar donde trabajar y el compromiso que asumirán.
Para desarrollar y renovar el compromiso, lo principal es:
Pero, sobre todo, hay tener presente que el compromiso es una decisión personal, que implica emociones, sentimientos, la historia de cada uno y expectativas respecto de la organización.
“El compromiso es un acto, no una palabra” Jean Paul Sartre
[1] La incorporación de la Generación Y al mercado laboral. El caso de una Entidad Financiera de la ciudad de Resistencia. Rocío S. González - https://www.palermo.edu/economicas/PDF_2011/PBR5/5_Business04.pdf