El mundo del trabajo actual se enfrenta a desafíos constantes, tanto por las nuevas formas que van surgiendo como por la diversidad de personas (en toda la acepción de la palabra diversidad), así como por la creciente emocionalidad mal gestionada de la sociedad de hoy. En este contexto, el liderazgo basado en la confianza se ha convertido en un pilar fundamental para el logro de objetivos de cualquier organización.
¿Qué es la confianza en el liderazgo?
La palabra CONFIANZA según la RAE, tiene varios significados. Entre ellos “Esperanza firme que se tiene en alguien o algo”. Si vamos a la etimología de la palabra, algunas referencias indican que proviene del latín confidāre (al repecto de confidĕre), constituido por el prefijo con y el término fiar (que se aprecia en la forma latina fidāre, asociado a fidĕre), y el sufijo -anza, del latín -antia. De esta forma, se transmite el mensaje de creer en el otro estableciendo una conexión.
Son varios los autores que hablan del Liderazgo basado en CONFIANZA. Entre ellos encontramos a Stephen M.R. Covey (hijo de Franklin Covey), Edgar H. Schein (quien aborda el tema de confianza a través de la comunicación abierta y la autenticidad en el liderazgo), y Warren Bennis (conocido por su trabajo en liderazgo y gestión, quien enfatiza la importancia de la confianza y la integridad en el liderazgo efectivo).
Uno de los textos más recientes de Stephen M.R. Covey dice en su libro “Confiar e inspirar. Cómo líderes realmente grandes liberan la excelencia en los demás” (2023), que si uno pone pulgas en un frasco de cristal, van a saltar rápidamente fuera. Y luego dice “ponga más pulgas en el mismo frasco, enrosque la tapa y las pulgas se estrellarán contra el interior de la tapa tratando de liberarse”. ¿Y qué pasa cuando sacamos la tapa? “Aunque las pulgas ahora podrían saltar fácilmente - continúa Covey - ni siquiera lo intentarán pues no quieren hacerse daño golpeándose contra una posible obstrucción. USTED LAS HA CONDICIONADO PARA QUE NO SALTEN FUERA DEL FRASCO Y HA LIMITADO SEVERAMENTE SU POTENCIAL.
Los viejos estilos de gestión (parecidos a los de mando y control de la época de la Revolución Industrial y en boga en algunas organizaciones) hace años ya que no resultan útiles para lograr resultados. Pero además impactan negativamente en la Experiencia del Empleado, y por lo tanto, en la Marca Empleadora de cualquier organización, lo que generalmente hoy resulta en una especie de “crónica de una muerte anunciada”.
Muchas de las investigaciones de los últimos años sostienen que las personas cada vez más necesitamos líderes humanos, honestos y fundamentalmente, confiables.
Más allá de la autoridad
A esta altura de la historia quizás esté de más afirmar que el liderazgo no se trata de ejercer autoridad o de dirigir a un equipo. O quizás no esté de más. El liderazgo es un compromiso profundo de guiar, inspirar y empoderar a los demás. Los líderes efectivos reconocen que su rol va más allá de delegar tareas; se trata de construir relaciones significativas y establecer un ambiente en el que sus equipos prosperen.
La confianza es la piedra angular del liderazgo efectivo. Sin ella, los equipos no pueden funcionar de manera cohesiva y la motivación se desvanece. La confianza se gana a través de la coherencia entre palabras y acciones, la transparencia, la honestidad y la capacidad de escuchar activamente a los miembros del equipo. Y se pierde ante el menor accionar que atente contra esa coherencia. Un líder confiable es alguien en quien los demás pueden confiar plenamente, incluso en tiempos de incertidumbre.
Los líderes más efectivos se concentran en convertir la construcción de la confianza en un objetivo claro y concreto. Los autores dicen que la confianza debe tratarse como cualquier otro objetivo, con seguimiento, medición y mejora continua.
Cuando las personas confían en sus líderes, se sienten más motivadas para dar lo mejor de sí mismas. La motivación no se logra mediante incentivos económicos, sino a través de un ambiente de trabajo en el que puedan sentirse valorados y apoyados. Un líder que demuestra confianza en sus equipos inspira un sentido de propósito y autodeterminación en sus colaboradores. Al decir de Stephen M.R. Covey, no los obliga a golpearse con la tapa, ni a saltar enloquecidamente afuera… ni a tenerlos encerrados en un frasco.
Cómo construir CONFIABILIDAD
La CONFIANZA no se decreta, ni se informa en un comunicado. La CONFIANZA se demuestra con acciones. Y el primer paso para desarrollar confianza es construir credibilidad a nivel personal. Es decir, SER CONFIABLE. La imagen que los demás tienen de una persona es como un espejo que muestra su nivel de confianza. Esta imagen se forma antes de cualquier tipo de interacción o acuerdo. Cuando un líder goza de una alta confianza y una sólida reputación, tiene la capacidad de generar confianza de manera instantánea en sus relaciones y negociaciones.
Si bien no existen recetas que puedan aplicarse exactamente en ningún ámbito de la gestión de personas, existen algunos aspectos a tener en cuenta en el camino para construir confianza.
Autores como Covey sostienen que se han identificado 13 comportamientos comunes de líderes confiables en todo el mundo que crean y le permiten mantener la confianza.
Primero, la confianza
… Y después, los resultados. Claramente no basta con ser confiable para ser un buen líder. Si una persona no obtiene resultados, difícilmente pueda permanecer en una posición determinada. Pero donde las organizaciones a veces fallan, es en considerar que alguien que obtiene resultados pero que no es confiable para su equipo, pueda ser un líder. Primero la confianza, después los resultados.
El trabajo de un líder es ser confiable, pero también es confiar en los demás. De alguna manera es como que la confianza fuera una calle de dos vías, o un viaje de ida y vuelta. Nadie puede esperar que las personas confíen en uno si uno no es capaz de confiar en esas personas.
El liderazgo basado en la confianza no solo es esencial en el mundo empresarial actual, sino que también es una práctica ética y efectiva. La confianza es la moneda de mayor valor en cualquier relación organizacional, y los líderes que entienden su importancia tienen una ventaja distintiva. A través de la coherencia, la integridad y la empatía, los líderes pueden establecer una base sólida de confianza con sus equipos y colegas. Esta confianza no solo fomenta una cultura de colaboración y compromiso, sino que también impulsa la innovación y la adaptación en un mundo en constante cambio.
Por último, es importante recordar que el liderazgo basado en la confianza no es una meta, sino un viaje continuo. Requiere autenticidad, escucha activa y la disposición de aprender y crecer constantemente. A medida que los líderes trabajan para ser modelos de confianza, inspiran a otros a hacer lo mismo.
En este viaje hacia el liderazgo basado en la confianza, recordemos que cada acción, cada palabra y cada decisión contribuyen a la construcción o erosión de la confianza. Sigamos trabajando para fomentar una cultura de confianza, donde el liderazgo inspire, impulsando a la construcción de organizaciones más humanas.
Bibliografia consultada