29/05/2024

Previniendo el INCIVISMO LABORAL: la importancia de construir culturas de respeto en las organizaciones

por Beatriz Martínez García

¿Qué es el INCIVISMO LABORAL?

El concepto de incivismo en el ámbito laboral ha sido abordado desde diversas perspectivas dentro de las ciencias empresariales y de la psicología social. Zauderer (2002), quien ha desarrollado estudios sobre el tema, lo define como “el comportamiento irrespetuoso que mina la dignidad y la autoestima de los empleados y crea el sufrimiento innecesario, indicando un desinterés por el bienestar de los demás, contrariamente a como los individuos esperan ser tratados”.

Según algunos autores, la definición de “incivismo” en el lugar de trabajo que ha sido más aceptada por la comunidad científica es la planteada por Andersson y Pearson (1999), quienes la describieron como “comportamientos negativos de baja intensidad (rudeza, descortesía) donde la intención de causar daño al objetivo no es clara y que viola las normas organizacionales que posibilitan el mutuo respeto”. La baja intensidad se refiere a un hecho verbal más que físico, pasivo más que activo, e indirecto en lugar de directo (Pearson y Porath, 2005).

La distinción entre "incivismo" en el lugar de trabajo y otros comportamientos contraproducentes laborales (CWB) como el Mobbing (entre otros), está en que el "incivismo" no presenta una intencionalidad clara o consciente. Esto implica que ciertos actos incívicos pueden deberse a la ignorancia, la falta de atención y cuidado en el trato hacia los demás, o incluso a factores estresantes diarios que llevan al "instigador" a comportarse de manera descuidada en algunas ocasiones. El incivismo no es lo mismo que el acoso moral (Mobbing). En el primero existen conductas de baja intensidad y hay cierta ambigüedad en la intención de daño. En el Acoso Moral, los comportamientos son repetitivos y sistemáticos, con la intención de dañar o excluir a una persona. Incluye hostigamiento, intimidación y aislamiento social.

El término "incivismo" proviene del latín "incivilis,"(según la RAE: Falto de civilidad o cultura; grosero, mal educado), que se traduce como una falta de cortesía o consideración. En el trabajo implica comportamientos groseros o irrespetuosos que, aunque pueden parecer triviales, impactan negativamente el clima de la organización.

Anderson y Pearson (citados más arriba) desarrollaron el concepto de la espiral del “incivismo,” un marco teórico para evaluar este fenómeno en el lugar de trabajo y realizar intervenciones preventivas. De alguna manera es como una espiral ascendente o una escalera, donde una conducta que en apariencia no es ofensiva, puede “trepar” hasta cristalizarse como algo más evidente y grave. Los puntos clave según estos autores para entender la espiral de incivismo incluyen:

  • La percepción del objetivo del acto inicial de incivismo: Por ejemplo, un trabajador que grita a otro puede no considerar que está siendo ofensivo, pero para alguien que no percibe ese comportamiento como normal, puede resultar un acto de incivismo.
  • La intensidad en cada interacción: A medida que las interacciones (negativas o disfuncionales) se intensifican, aumenta la probabilidad de que la espiral se acelere.
  • La escalada del deseo de venganza: Relacionada con la percepción de la violación de las normas organizacionales, las cuales varían según el tipo de organización (bases de la cultura organizacional). En algunas culturas los “gritos” o el uso de cierto vocabulario puede no considerarse ofensivo, mientras que en otras claramente lo es. No obstante esto, culturas que permiten este tipo de comportamientos, probablemente perpetúen en el corto plazo comportamientos de incivismo que incluso pueden ser la base para conductas de mobbing
  • El punto de quiebre: Ocurre cuando el incivismo se transforma en violencia organizacional, donde la intención de dañar se vuelve más ambigua. Un grito, un mote, inicialmente percibido como gracioso o normal puede desencadenar una escalada de altercados verbales o físicos. Es en ese momento que el incivismo se hace más visible e incomprensible para otras personas. Sin embargo, si se mira más allá de lo evidente, es posible intervenir antes del punto de quiebre.

Características organizacionales del incivismo

En cuanto a las características organizacionales que fomentan comportamientos incívicos, los autores considerados manifiestan que la evidencia empírica es limitada. Sin embargo, Pearson et al. (2005) sugieren que las organizaciones con políticas que promueven el individualismo y la competitividad excesiva, debido a la falta de seguridad en el empleo, pueden contribuir al incivismo.

Martin y Hine (2005) describen detalladamente los patrones de conducta del instigador de incivismo en el lugar de trabajo. Estas conductas incluyen:

  • Tener un tono de voz inapropiado o agresivo
  • Realizar gestos hostiles
  • Interrumpir conversaciones (presenciales o telefónicas)
  • Leer comunicaciones personales ajenas
  • No participar en decisiones (de las cuales debería participar según su rol)
  • Informar o cancelar actividades con poca antelación
  • Omitir información relevante en reuniones
  • Ser excesivamente lento en responder mensajes (o no responderlos)
  • Retener información sin justificación
  • Comentar públicamente información personal confidencial
  • Hacer comentarios despectivos, hablar a espaldas de los demás o generar rumores

Estrategias organizacionales para prevenir el incivismo

Conocer y entender el concepto "incivismo" es relevante para las organizaciones por varias razones:

  • El incivismo puede causar estrés, disminuir la satisfacción laboral y afectar la salud mental de los colaboradores.
  • Enrarece el clima y si se sostiene el tiempo, afecta la cultura y puede comenzar a formar parte de “la forma de hacer las cosas en la organización”
  • Desarrollo de una Mala Experiencia del Empleado (o del Colaborador), lo que impacta directamente en la construcción (o la destrucción) de la Marca Empleadora.
  • Por las consecuencias anteriores no son suficientes, la percepción de un ambiente de trabajo hostil puede aumentar la rotación, resultando en la pérdida de talento y en mayores costos de contratación.

Pearson y Porath (2005) sugieren varias estrategias para reducir y prevenir el “incivismo” en el entorno laboral.

  • Implementar políticas organizacionales que no toleren la falta de respeto entre colaboradores, estableciendo una política de tolerancia cero.
  • Fomentar la reflexión diaria sobre el trato interpersonal entre los colaboradores, incentivando la autocrítica y el análisis personal.
  • Evitar contratar a personas con patrones de comportamiento “incívico” durante los procesos de selección.
  • Promover la formación en conductas de urbanidad y proporcionar retroalimentación continua a los empleados para que puedan identificar y abordar de manera inmediata cualquier comportamiento “incívico”. Estas acciones deben aplicarse sin importar el cargo o nivel jerárquico del involucrado para evitar cualquier tipo de preferencia que pueda desmotivar la convivencia cívica.
  • Investigar las razones detrás de la salida de colaboradores, ya que esta información puede revelar indicios de “incivismo” en la organización (con entrevistas de salida sistematizadas)

Otras sugerencias, de implementación cotidiana (y sin costo), son:

  • Establecer y comunicar claramente políticas que definan el incivismo y sus consecuencias.
  • Ofrecer formación regular sobre conductas apropiadas, empatía, gestión de las emociones y habilidades de comunicación.
  • Capacitar a los líderes para modelar comportamientos respetuosos y abordar el incivismo de manera inmediata y efectiva.
  • Desarrollar mecanismos de denuncia y apoyo, con canales seguros y confidenciales para que las personas reporten incidentes de incivismo.
  • Equipos de Apoyo: Formar equipos dedicados a investigar y resolver casos de incivismo, proporcionando apoyo a las víctimas.
  • Realizar encuestas periódicas o sondeos para evaluar el clima de trabajo y detectar posibles problemas de incivismo.
  • Incluir en la evaluación del desempeño competencias referidas a comportamientos respetuosos como parte del desempeño laboral.

Más allá de estas sugerencias para realizar acciones de prevención, debe quedar claro que las muestras de “civismo”, deben partir de la Dirección y las Gerencias, pasando por las Jefaturas y bajando en cascada. Si la Dirección o las Gerencias de la organización tienen tratos que puedan considerarse “incívicos”, lo más probable es que eso se amplíe hacia el resto de la estructura. Las conductas “incívicas”, pueden volverse parte cultural de la organización (como un contra valor) y cuando esto sucede, de alguna manera, por acción o por omisión, la responsabilidad empieza desde arriba.

Herramientas de medida de incivismo en el lugar de trabajo

En los últimos años se han desarrollado cuestionarios específicos para evaluar las conductas de “incivismo” en el lugar de trabajo.

El primero de estos fue la Escala de Incivilidad en el Trabajo (Workplace Incivility Scale, WIS), diseñada por Cortina et al. (2001), que incluye siete ítems relacionados con acciones negativas en el trabajo referidas a los últimos cinco años.

Martin y Hine (2005) crearon el Cuestionario de Comportamiento Incívico en el Lugar de Trabajo (Uncivil Workplace Behavior Questionnaire, UWBQ), que contiene 20 ítems divididos en las siguientes dimensiones: Hostilidad, Invasión de Intimidad, Comportamiento de Exclusión y Comentarios/Chismes.

Existen instrumentos específicos para medir el “incivismo” en el ámbito sanitario, como la Encuesta de Incivilidad en la Educación de Enfermería (Incivility in Nursing Education Survey, INE) desarrollada por Clark (2004) y Clark y Springer (2007), y la Encuesta de Incivilidad en el Cuidado de la Salud (Incivility in Healthcare Survey, IHS) creada por Hutton y Gates (2008).

Más allá de estas herramientas y como lo mencionáramos anteriormente, las encuestas de satisfacción o de pulso, pueden adaptarse de forma tal que involucren este tipo de relevamiento.

En las organizaciones todo es SIMBOLO y por lo tanto todo COMUNICA.  Cuando las éstas empiezan a desarrollar este tipo de conductas y la Dirección y las Gerencias no toman acciones para corregirlas, puede ser el inicio de una forma de relacionamiento que tomen sus integrantes. Contar con información en tiempo acerca de posibles conductas de incivismo posibilitará trabajar con planes concretos, desarrollando y fortaleciendo culturas empáticas y de respeto mutuo. Informar, comunicar y capacitar puede prevenir muchas de estas conductas.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

  • Edelberg, G.S. (2008). La mala educación en la empresa. Recuperado 14 de octubre de 2008, del sitio Web de Guillermo S. Edelberg: http://www.guillermoedelberg.com.ar/
  • Martin, R. J. y Hine, D. W. (2005). Development and Validation of the Uncivil Workplace Behavior Questionnaire. Journal of Occupational Health Psychology,
  • Diccionario de la Real Academia Española. https://www.rae.es/drae2001/incivil
  • Pearson, C. M., Andersson, L. M. y Porath, C. L. (2005). Workplace Incivility. In S. Fox and P. E. Spector (Eds.). Counterproductive work behavior: Investigations of actors and targets (pp. 177-200). Washington, DC, US: American Psychological Association.
  • Quinceno, Japcy M, Baez León, Carmen, Vinaccia Stefano (2008). Incivismo en el lugar de trabajo: un nuevo factor de estrés laboral. Acta Colombiana de Psicología
  • Zauderer, Donald G. (2002). Workplace incivility and the Management of Human Capital. The Public Manager

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